Los implantes dentales

Los implantes dentales están fabricados con titanio puro, un metal muy ligero y resistente y que se une al hueso en un proceso denominado osteointegración.

El primer paso del tratamiento con implantes es la colocación de la fijación de titanio en el maxilar. El implantese fija gradualmente en el hueso de manera similar a las raíces naturales de los dientes. Esta raíz metálica proporciona un soporte estable, y en su parte superior, a nivel de la encía, se coloca un diente artificial de cerámica que se elabora para que sea igual al resto de los dientes naturales, en forma y color.

Este proceso ha ayudado a incontables personas en todo el mundo a mejorar su función masticatoria, la estética y su calidad de vida.

Las personas desdentadas, hoy en día, pueden substituir una prótesis convencional removible por una fija; pueden, de esta manera, hablar y comer sin que los dientes se muevan, y de esta manera disfrutar de una salud dental similar a la que tenían con sus dientes naturales.

Los implantes también pueden ayudar a los pacientes que no tienen ningún diente, y que deben llevar unas dentaduras completas, a que éstas se sujeten mucho mejor y sean más confortables y funcionales. Es lo que se conoce com una sobredentadura.

Una vez colocados los implantes, y durante el periodo de osteointegración, el paciente llevará una prótesis provisional. Pasado este periodo de tiempo, de unos 2 a 4 meses, se colocan unos pilates sobre los que se enroscará la prótesis fija de manera permanente.

Ente las ventajas que ofrece este sistema, destaca la mejora de la calidad de vida, la recuperación de la sensación de tener dientes propias, la recuperación de la capacidad masticatoria y, sobretodo, un cambio en el comportamiento social.